enero 25, 2007

El canto de todos es mi propio canto



Violeta, simplemente Violeta

Además de una poetisa de primer nivel, una cantora inolvidable y una artista completa, que pasa de la guitarra a la arpillera con el mismo talento, nuestra emblemática Violeta fue una investigadora y rescatadora del folclor de los distintos rincones de Chile. Una luchadora que reivindicó y puso en valor la verdadera riqueza escondida de la cultura popular chilena.

Violeta Parra nació en San Carlos, Chillán, un 4 de octubre de 1917. Su padre era profesor de música. Su madre una campesina guitarrera y cantora que se ganaba la vida como costurera. Entre los 9 hijos del matrimonio se cuentan, además de Violeta, el poeta Nicanor Parra, el Tío Roberto Parra y el Tío Lalo. Junto a éste último, y a su hermana Hilda, la cantora comenzó a tocar por las calles de Chillán a la edad de 9 años. A los doce, componía sus primeras canciones. Más tarde, durante su formación como profesora en la Escuela Normal de Santiago, se dedica ampliamente a la composición de tonadas, boleros y corridos.

En 1937 se casa con el funcionario ferroviario Luis Cereceda. Fruto de este matrimonio son dos grandes músicos, Angel e Isabel, que realizarán un trabajo artístico en estrecha relación con su madre. En 1948 se separa definitivamente de Cereceda, y sigue su vida itinerante por Chile. Al año siguiente vuelve a casarse, y de este nuevo matrimonio nacen sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara.

Tras un activo periplo por circos, bares, quintas de recreo, peñas y salas de barrio, en 1952, impulsada por su hermano Nicanor, se lanza a recorrer los distintos rincones de Chile, grabando y recopilando música folclórica en contacto con los cultores, muchos de ellos de avanzada edad. Viaja junto a sus dos hijos mayores con un magnetófono y una guitarra. Trabajan, además en circos y teatros. En su trabajo creativo, Violeta elabora una síntesis cultural, a partir de su experiencia en terreno, haciendo emerger la riqueza escondida en la tradición popular chilena, reivindicando el valor de la auténtica cultura popular, luchando contra los prejuicios y estereotipos.

En 1953, luego de un recital en la casa de Pablo Neruda, Violeta Parra da su salto a la fama, con un contrato de Radio Chile para una serie de programas. En 1954 obtiene el premio Caupolicán, otorgado a la mejor folclorista del año. Sus primeros LP los graba en Francia, donde reside durante dos años, luego de ser invitada a Polonia, recorriendo Europa y la Unión Soviética.
De regreso a Chile, en 1958, incursiona en la cerámica y los tapices, y poco después se inicia como arpillerista, oficio que desarrolla a raíz de una larga enfermedad que la mantiene en cama. Viene una época fructífera y de gran multiplicidad: viaja, organiza recitales, da cursos de folclor, escribe, pinta y continúa incansable su labor de rescate de la tradición musical popular.

En 1961, nuevamente viaja a Europa, esta vez junto a sus hijos, permaneciendo en París por tres años, dando recitales, actuando en locales y en programas de radio y televisión en la capital francesa. En 1964 expone con gran éxito sus arpilleras, óleos y esculturas de alambre en el Louvre, convirtiéndose en la primera artista latinoamericana que exhibe individualmente en este museo. Al año se graba en Suiza un documental sobre su figura y obra.

De vuelta en Chile canta con sus hijos en la Peña de Los Parras, en Carmen 340 y pronto inaugura su Carpa de La Reina, que aspira a ser un centro de cultura folclórica. Allí toca con sus hijos, mientras continúa grabando discos y ofreciendo conciertos fuera de Santiago. El 5 de
abril de 1967 se suicida en la Carpa de La Reina. Tres años más tarde es editado su libro Décimas, por iniciativa de su hermano Nicanor.

Algunas canciones de Violeta Parra

Volver a los 17
Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente,
volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo.

Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra.
Ay si si si

Mi paso retrocedido
cuando el de ustedes avanza,
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido,
con todo su colorido
se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.

Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el mas claro proceder
ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencias,
sólo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.

El amor es torbellino
de pureza original,
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero.

De par en par la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana,
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmln,
volando cual serafín
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.
(1964-1965)


Gracias a la vida

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
(1964-1965)

Los pueblos americanos

Mi vida, los pueblos americanos,
mi vida, se sienten acongojados,
Mi vida, porque los gobernadores,
mi vida, los tienen tan separados.

Cuándo será ese cuando,
señor fiscal,
que la América sea
sólo un pilar.

Sólo un pilar, ay sí,
y una bandera,
que terminen los líos
en las fronteras.

Por un puñao de tierra
no quiero guerra.
(1964-1965)

Que sacado con quererte

¿Qué he sacado con la luna, ay ay ay,
que los dos miramos juntos, ay ay ay,
qué he sacado con los nombres, ay ay ay,
estampados en el muro ay ay ay?
Como cambia el calendario, ay ay ay,
cambia todo en este mundo, ay ay ay.
Ay ay ay
ay.

¿Qué he sacado con el lirio, ay ay ay,
que plantamos en el patio, ay ay ay?,
no era uno el que plantaba, ay ay ay,
eran dos enamorados, ay ay ay.
Hortelano, tu plantío, ay ay ay,
con el tiempo no ha cambiado, ay. ay ay.
Ay ay ay
ay.

¿Qué he sacado con la sombra, ay ay ay
del aromo por testigo, ay ay ay,
y los cuatro pies marcados, ay ay ay,
en la orilla del camino, ay ay ay?
¿Qué he sacado con quererte, ay ay ay,
clavelito florecido, ay ay ay?
Ay ay ay
ay.

Aquí está la misma luna, ay ay ay,
y en el patio el blanco lirio, ay ay ay,
los dos nombres en el muro, ay ay ay,
y tu rostro en el camino, ay ay ay.
Pero tú, paloma ingrata, ay ay ay,
ya no arrullas en mi nido, ay ay ay.
Ay ay ay
ay.
(1964-1965)

*Notas periodísticas recientes.

Tal como lo quiso Violeta Parra, su obra plástica estará a disposición del "pueblo", lunes 22 de mayo de 2006


Obra de Violeta Parra quedará en manos del Estado, 5/22/2006 .

La maga Violeta Parra. Suplemento RadarDomingo, 09 de Abril de 2006


Fundación Violeta Parra: http://www.violetaparra.scd.cl/fundación.htm

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